Cómo funciona la integración

Los viajes psicodélicos tienen la capacidad de abrir nuestra mente, nuestra forma de ser, la manera de vernos a nosotros mismos y la manera de ver a los demás. Pueden poner en primer plano nuevas prioridades y objetivos por los que se desea trabajar. La forma de llevarlos a nuestra vida cotidiana es una parte fundamental del proceso de integración. Un ejemplo de proceso de integración es el siguiente: 

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Durante tu experiencia psicodélica puedes tener una visión sorprendente. Puede ser que desees conectar con tu familia y estar más cerca de ella. El trabajo de integración correspondiente a este insight consistiría en dar los pasos necesarios para que esto ocurra, en lugar de limitarse a pensar en ello. Podrías asegurarte de llamar a tus padres o hermanos una vez a la semana, hacer planes para salir, o hacer un esfuerzo para ver cómo están y decirles que los quieres. 

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Se trata de una integración porque estás actuando a partir de las percepciones que surgieron de tu subconsciente. La experiencia psicodélica de una persona puede ser muy diferente a la de otra. Esto significa que su proceso de integración también puede serlo. 

Las tres etapas de la terapia psicodélica

En la terapia psicodélica de alta dosis hay 3 etapas que se observan de cerca.

Preparación

En primer lugar, su preparación emocional para el viaje. Esta es, en cierto modo, la primera parte de la integración, ya que suele ser el momento en que la gente establece sus intenciones. Establecer su intención no es la clave para lograr una realización espiritual durante un viaje, pero hace avanzar significativamente el viaje. También es el momento en el que el paciente -que en el contexto de los ensayos clínicos es probable que sufra depresión, TEPT o la ansiedad- pueden airear cualquier temor y que el terapeuta les explique detenidamente el proceso. 

El viaje en sí mismo

El segundo es el viaje en sí. Por lo general, esto es en un entorno clínico que se ha hecho como más acogedora posible. Puede tener luces tranquilizadoras y una lista de reproducción relajante que siga la trayectoria del viaje. 

Integración

En tercer lugar, por supuesto, viene la integración. El terapeuta y el paciente trabajan juntos en la experiencia psicodélica. Intentan aclarar las percepciones obtenidas en el viaje y cómo éstas pueden transformarse en cambios tangibles en sus vidas. Se espera que estos cambios en la vida tengan un efecto positivo en la salud mental del paciente. 

La integración es difícil de estudiar

Con el avance de la terapia psicodélica -como el establecimiento de estos pasos como directrices- surge la necesidad de poder cuantificar los resultados. Sin embargo, hasta hace poco, la mayor parte de la atención de la investigación se ha centrado en la experiencia psicodélica en sí misma (el viaje) más que el aspecto de la integración, a pesar de que cada etapa es clave en el proceso terapéutico. El psiquiatra de Yale Jordan Slohsower explica el déficit de la investigación;

"Aunque la integración psicodélica se discute ampliamente como parte de la terapia psicodélica, sigue estando vagamente concebida, poco teorizada y puede carecer de una relación operativa con el problema que se está tratando. A menudo se trata de una mezcla inespecífica de escucha de apoyo y estímulo para realizar prácticas introspectivas, como escribir un diario, meditar y pasar tiempo en la naturaleza."

La escala de compromiso con la integración

Sin embargo, cuanto más crece la investigación psicodélica, más importante es poder analizar y ver la práctica como un todo. La integración, irónicamente, necesita ser integrada. Y eso es justo lo que un nuevo papel, Las escalas de integración psicodélica: Herramientas para medir las conductas y experiencias de integración psicodélicapublicado en Fronteras de la revista. La declaración de intenciones de los autores así lo indica; 

"La creación de las balanzas fue un esfuerzo sin ánimo de lucro, realizado por el bien común y con la intención de que fueran de acceso público para su uso por cualquier persona".

Su esperanza es que las instituciones las adopten como norma, racionalizando, clarificando y unificando los resultados. 

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Elaboraron dos escalas para medir los distintos ámbitos de la integración. En primer lugar, la escala de compromiso con la integración (IES) que se utiliza para medir los cambios de comportamiento resultantes de una experiencia psicodélica. Se preguntará a los pacientes hasta qué punto están de acuerdo con afirmaciones como;

"Debido a mi experiencia [psicodélica], he dado prioridad a mi bienestar general". y, 

"He encontrado formas de trasladar a mi vida diaria las intenciones que tenía para mi experiencia".

La escala de integración experimentada

En segundo lugar, la escala de integración experimentada (EIS) que pretende medir si el bienestar emocional y mental de los pacientes y su sensación general de sí mismos mejoraron después del viaje. En esta escala las afirmaciones incluyen;

"Siento armonía entre mi experiencia y mi ser interior", y,

 "Siento una mayor conciencia de mí mismo durante mi experiencia".

El uso de estas escalas es vital para ayudar a los investigadores, terapeutas y clínicos a entender cómo facilitar mejor el proceso de integración. Algo difícil de hacer para algo tan fuera de este mundo como un viaje psicodélico. Sin embargo, una escala fija significaría que los investigadores podrían probar diferentes técnicas y protocolos y ver cómo se miden en comparación. 

Hacer lo intangible, tangible

Es algo curioso, ¿no? Tratar de hacer lo intangible, tangible. Pero las mejores mentes están en ello, y el futuro de la terapia psicodélica parece brillante. Mientras tanto, ¿por qué no viajar por diversión en un día soleado?